9/2/12


ACUSACION CONTRA ZEDILLO
Romeo Ortega Lopez 


Al ex presidente Ernesto Zedillo ya le preocupa la demanda que contra él en interpuso el despacho "Rafferty Kobert Tenenholtz Bounds Et Hess" con sede en Miami Florida.

Este despacho lo acusa de crímenes contra la humanidad y lo hace en nombre de seis hombres y cuatro mujeres, sobrevivientes de la matanza de Acteal que conmovió al mundo y que se realizó en esa comunidad del municipio de Chenalhó el 22 de diciembre de 1997.

El nombre de esas cuatro mujeres y de esos seis hombres permanece en el anonimato, en principio se dijo que eran miembros de la organización civil "Las Abejas", pero este grupo desmintió haber presentado ninguna demanda en contra de Zedillo, lo que le ha dado a la denuncia un giro sospechoso en el que se habla de intereses políticos involucrados que persiguen y buscan dañar al ex presidente, ahora profesor de la prestigiada Universidad de Yale. La demanda fue presentada en septiembre del 2011 en la Corte Federal de Hartford, Connecticut, entidad donde reside el ex presidente.

Es ahora cuando Zedillo toma el toro por los cuernos y responde en un legajo de 122 hojas. Niega los hechos, pide que la Corte deseche la demanda en su contra y alega inmunidad hacia su persona por su condición de ex presidente de México. Son argumentos que trata de hacer valer a través de sus abogados a los que les ha encomendado el caso.

Lo más seguro es que las consecuencias jurídicas no lo afecten en lo penal, aunque sí podrían prosperar en lo administrativo. Todo depende de la sagacidad de los abogados de una y otra parte.

¿Qué responsabilidad le puede resultar a Zedillo de esos hechos que ocurrieron hace 14 años en un estado sureño de la república, en un paraje indígena desolado y alejado cuya existencia se conoció después de la masacre de 45 humildes indígenas entre los que hubo mujeres, hombres y niños?

Es verdad innegable que Zedillo jamás comulgó con los indígenas afiliados al EZLN y hasta estuvo a punto de provocar un genocidio cuando ordenó la aprehensión del subcomandante Marcos y de otros importantes dirigentes zapatistas. Fue la movilización de las fuerzas de izquierda y las diferentes organizaciones defensoras de los derechos humanos la que frenó la embestida y Zedillo tuvo que dar marcha atrás en sus propósitos, pero la inquina en contra de los zapatistas la mantuvo hasta el final d su mandato.

Cuando ocurrió la matanza de Acteal Zedillo se encontró con un agudo problema de repercusión mundial porque, desde los distintos puntos del orbe, se dejaban sentir las protestas y la exigencia de que se hiciera justicia.

Se hizo justicia sí, pero de manera atropellada, realizando diligencias irregulares, con múltiples deficiencias que llevaron a la cárcel a muchos indígenas que fueron sentenciados sin que el juez de la causa reparara en las fallas procesales hasta que 12 años después la Suprema Corte de Justicia de la Nación revisó de manera directa estas causas y terminó liberando a 20 indígenas sentenciados a través de irregularidades y pruebas prefabricadas. De esto no puede tener ninguna responsabilidad Zedillo, la responsabilidad recae en el Ministerio Público y en los jueces federales que sentenciaron. Conviene recordar que la Corte no liberó a esos indígenas porque los considerara inocentes, sino por las deficiencias registradas en el proceso.

A Zedillo le preocupa la demanda intentada por su prestigio personal que lo puede desacreditar como académico que definitivamente lo tiene como catedrático de Yale, sabe además que lo acecha el revanchismo político y contra esta asechanza comienza a reaccionar en su defensa.

Lo más probable es que la Corte de Hartford deseche la demanda porque debe tener muchos puntos deleznables porque lo de Acteal es, sin lugar a dudas, un crimen contra la humanidad pero no imputable a Zedillo sino a los autores materiales que ya están presos y compurgan sentencias. Puede haber autores intelectuales, pero esa línea no se investigó a suficiencia, tampoco los móviles políticos que también pudieron existir.

Hay que preguntar: ese importante despacho jurídico que ahora acusa representando a diez indígenas anónimos ¿lo hace a título gratuito? Porque los samaritanos del derecho ya son una especie extinguida y los indígenas quejosos no tienen los recursos para pagar en dólares ni en ninguna otra moneda a abogados defensores en el extranjero.

COLOFÓN.- El senador Manuel Velasco está en todo, atento a los acontecimientos sociales más sentidos y relevantes. Se acordó que el 6 de enero es el Día de la Enfermera y con ese motivo envió saludos y reconocimientos a mujeres y hombres que trabajan en esta abnegada profesión que redunda en beneficio de la salud de todos los mexicanos. Fue un Día de los Santos Reyes cuando el doctor José Villagrán, director del Hospital Juárez, calificó como un regalo de reyes la presencia de las enfermeras para atender a los pacientes. Por esto el 6 de enero es el Día de la Enfermera y también del enfermero porque ahora esta vocación también la han abrazado hombres que se han distinguido por su entrega en los hospitales y en los frentes de guerra. El senador Velasco hizo un emotivo recordatorio de la fecha y por ello felicitó a quienes se entregan a servir, desde los hospitales, al género humano afectado en la salud. La sensibilidad política es otro de los grandes atributos del "Güero" Velasco.

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