9/12/11

Pez Diablo, en el Cañón del Sumidero.


No es una nota alarmante la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas estudia su presencia en el área. 
Es un pez de rápida reproducción y resistente no debe verse en un sentido amarillista. Esta especie, es nativa de la cuenca del Amazonas en Sudamérica, se conocen hasta el momento más de 680 especies, varias de las cuales se han reportado como invasoras en diversas regiones del planeta. Tienen una alta tasa de supervivencia. Ecológicamente son extremadamente adaptables, algunos son tolerantes a la salinidad, están adaptados fisiológicamente para respirar aire atmosférico en condiciones de hipoxia (falta de oxígeno) y resistir la desecación durante varios días. Son esencialmente nocturnos, altamente territoriales y con una gran capacidad de dispersión.

En México, en 1995 se detectaron estos peces por primera vez en el río Mezcala, en la cuenca del Río Balsas. Posteriormente, se han registrado en Tecpatán, Chiapas, en la cuenca del Río Grijalva, en varias localidades cercanas a Villahermosa Tabasco, principalmente en el Río Usumacinta y sus vertientes, así como en la presa Infiernillo y en el mismo Río Balsas. Durante los últimos tres años, se han expandido rápidamente y actualmente es común encontrarlos en varias de las cuencas hidrológicas más grandes del país. En el 2005 se colectaron 8 ejemplares cerca de Frontera, en Tabasco, y los reportes indican que la especie Pterygoplichthys pardalis se ha extendido por la cuenca del Grijalva-Usumacinta y está establecida en Campeche y Chiapas.
Se convierte en plaga porque en su medio natural no tienen quien se lo coma, sólo en sus primeros días pueden ser depredados porque su caparazón es parecido al de un cocodrilo.
Por sus hábitos alimenticios, reproductivos y sociales, afectan severamente a otras especies, destruyendo sitios de anidación.

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