3/11/11

Muertos en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: Fiesta, Flores y Comida.


El culto a los difuntos existe desde la época prehispánica, aproximadamente 1800 años “la vida es un estado pasajero y la muerte, es renacer, vivir para siempre”, poema Mexica. Los aztecas creían que al morir, los difuntos tenían tres diferentes destinos.

Los diferente grupos indígenas de vieron afectados, por la influencia de los españoles, algunos sembrando el terror a la muerte y al infierno. Sin embargo, algunos evangelizadores aportaron un antiguo y riquísimo culto a los muertos.


Es en las comunidades campesinas del país en donde la fiesta se celebra con mayor intensidad. Destacan también algunos grupos indígenas que buscan conservar intactas sus tradiciones. En los estados como Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla, así como el Distrito Federal, Morelos, Hidalgo y Chiapas, las festividades alcanzan un alto índice de participación, convirtiéndose en un evento lleno de color y creatividad. La inmensa cantidad de flores que son cosechadas para esta época (la siempre viva, nardos, gladiolos y las famosas cempasúchil) comienzan a deambular por mercados y carreteras de todas las regiones del país.

Las tumbas se adornan con la tradicional flor de cempasúchil, con juguetes de madera o tule, si el difunto es un niño, calaveritas de azúcar contribuyen a preservar una de las más legendarias tradiciones mexicanas.

En la mayoría de los hogares, panteones, iglesias y múltiples rincones de todo el país, la muerte es objeto de bromas, especulaciones, ritos, artesanías y juegos de lo más diversos y extraños. Una tradición arraigada desde hace mas de 600 años que se repite "religiosamente" desde fines de Octubre hasta el día tres de Noviembre.


En las culturas antiguas como la China y Egipcia el culto a los muertos es un símbolo de unidad familiar. Les rendían culto construyendo templos y pirámides. 
En la cultura China por ejemplo, en los aniversarios, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre un altar. Eran los días en los que se recordaban las grandes deudas que se tenían con los antepasados.

Los antiguos egipcios creían que el individuo tenía dos espíritus. Cuando fallece, uno va al más allá y el segundo queda vagando en el espacio, por lo que tiene necesidad de comer. Consideraban que este espíritu vivía en el cuerpo que ellos cuidadosamente habían embalsamado, de esta manera el espíritu podía seguir existiendo.

Una tradición importante que celebramos los mexicanos, es la de Día de muertos o Festividad de los Fieles Difuntos… como también le nombramos. Tenemos la creencia que nos visitan las almas de nuestros muertos, a los que les montamos un altar, en el cual pedimos a Dios por sus almas, por su descanso eterno.


“Si en todas partes estás, en el agua y en la tierra, en el aire que me encierra y en el incendio voraz; y si a todas partes vas conmigo en el pensamiento, en el soplo de mi aliento y en mi sangre confundida, ¿no serás, Muerte, en mi vida, agua, fuego, polvo y viento?” Xavier Villaurrutia, “ Décima muerte”.

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